"Cada vez que entras en el Templo del Mal Gusto y no escribes ningún comentario, Yngwie se come un chuletón. No permitas que esto ocurra!!"
Esta frase lleva casi dos décadas siendo el gancho para que mis gilipolleces no queden sin réplica y hagáis de El Templo un espacio plural donde cada opinión es bienvenida. Cierto que hace 20 años a los gordacos de GORG nos hacía gracia cachondearnos del perímetro abdominal del sueco y, ahora que seguimos gordacos y además calvos, un suceso casi tan traumático como que Dave Mustaine y Tom Araya se lanzaran a los brazos de la iglesia cristiana ha causado de los oxidados goznes de las puertas de El Templo del Mal Gusto chirríen una vez más: Yngwie Malmsteen ha sido absorbido por el aplastante culto al cuerpo que impera en las redes sociales y ha lanzado su propia linea de complementos nutricionales...
